Millones de personas poseen coronas dentales para sustituir un diente que falta o reforzar un diente debilitado. La corona dental está compuesta de un material aplicado sobre la parte del diente que está arriba de la línea de la encía y que sirve como protección y apoyo del diente.

Tipos de materiales utilizados en las coronas dentales

Cuatro tipos de material se usan para las coronas dentales:

• Cerámica (porcelana)
• Metal-cerámica
• Aleaciones de oro
• Aleaciones de metales básicos

Las coronas de cerámica están hechas de material a base de porcelana, recomendado para la restauración de dientes debido al color, que se asemeja al de los dientes naturales. Es posible que el dentista necesite remover un poco más de la estructura dental para la aplicación de la porcelana. El material puede ser quebradizo (en el caso de mordidas muy fuertes), pero es altamente fuerte al desgaste.

En las coronas metal-cerámicas, la porcelana fundida es unida a la parte exterior de la estructura metálica para reforzar los dientes, servir como sello y evitar la recurrencia de caries. Cuando la porcelana es fundida al metal, proporciona una restauración más fuerte que solamente la porcelana. El dentista remueve apenas una cantidad moderada de la estructura del diente. Las coronas metal-cerámicas son fuertes y durables.

Las aleaciones de oro se hacen de oro con cobre y otros metales y constituyen un material fuerte que se adhiere a la estructura del diente. Las aleaciones de oro son fuertes al desgaste y a la fractura y no perjudican los dientes opuestos con los que entran en contacto. Este material es biológicamente compatible con el tejido gingival.

Las aleaciones de metales básicos contienen metales que no son nobles, pero que refuerzan bastante la corona y el diente y proporcionan alta resistencia a la corrosión. Al disponer el diente para la colocación de estas coronas, el dentista remueve muy poca cantidad de la estructura sana del diente. Este material es fuerte al desgaste y suave con relación a los dientes opuestos.